El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los tumores malignos más frecuentes y representa un problema de salud pública a nivel mundial. El Programa Nacional de detección temprana del CCR busca concientizar sobre la importancia de la prevención para disminuir la incidencia del CCR y su tasa de mortalidad en Argentina.
Científicos argentinos tuvieron éxito en las primeras pruebas para eliminar la metástasis del cáncer colorrectalEn el país, se producen 13.500 nuevos casos cada año de los cuales aproximadamente 7.200 son hombres y 6.300 mujeres. Es el tercero en incidencia y el segundo de mayor mortalidad con más de 7.000 fallecimientos anuales. En más del 90% de los casos, el cáncer colorrectal se produce en personas mayores de 50 años, por lo que el envejecimiento representa un factor primordial a tener en cuenta para las próximas décadas.
Prevención primaria del cáncer colorrectal
Tanto la dieta como las actividades que las personas adoptan pueden incidir en las diferentes etapas del desarrollo del CCR, ya sea previamente a la aparición de los adenomas, durante el crecimiento de estos o en el proceso de transformación a cáncer.
Las recomendaciones del Instituto Nacional del Cáncer son:
- Consumir una diet arica en fibras, especialmente vegetales y frutas
- Disminuir el consumo de carnes rojas o grasas de origen animal
- Ingerir productos ricos en calcio (lácteos)
- Realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso
- Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco
Prevención secundaria: detección temprana del cáncer colorrectal
A partir de los 50 y hasta los 75 años es necesario que todas las personas, aunque no tengan síntomas, se hagan chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana. Esto se denomina prevención secundaria de la enfermedad. En caso de existir antecedentes familiares o personales de CCR o pólipos, puede ser necesaria la realización de exámenes a una edad más temprana.
El CCR con frecuencia no presenta síntomas hasta una etapa avanzada. Las personas que presenten síntomas como sangrado o cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia o pérdida de peso, deben ser derivados a un médico gastroenterólogo o proctólogo.
Fuente: Instituto Nacional del Cáncer